sábado, 4 de diciembre de 2010

Tarta de Fresas y Nata

  ¡Me encantan los cumpleaños! Los infantiles, claro. La carilla de emoción de los niños con el subidón de los regalos es algo que no tiene precio. ¡Y las meriendas de los cumples! Si por mi fuera, haría galletas, bizcochos, pastelitos y bocadillos! Y la tarta claro. Lo malo es que no suelo tener tanto tiempo o tanto invitado para que la comida no se estropee, así que me centro en la tarta.

  La tarta de un cumpleaños infantil tiene que ser algo especial, superior, guay! Es Su día, es el protagonista y toooodo el mundo le va a cantar el cumpleaños feliz a la luz de las velas. Por eso, unos 6 meses antes del cumpleaños de mis hijas empiezo a rumiar qué puedo poner en sus tartas para que sean verdaderamente especiales.

  Aunque lo de hacer tartas me ha gustado de siempre (sólo que ahora lo medito mucho más) y como todavía falta mucho para que empiece a maquinar las próximas tartas de cumples, aprovecho para ir enseñandos algunas fotos de años pasados.

  Comienzo por una tarta bastante sencilla que le hice a mi sobrina cuando cumplió 9 años. Tengo que empezar diciendo que mi sobrina es una bellisima persona, es dulce, amable, cariñosa, atenta... me faltan palabras bonitas para describiros a alguien tan excepcional... vamos, que la quiero un montón! Por eso me hizo mucha ilusión descubrir a mediados de junio unas fresas la mar de presentables para una buena tarta de fresas (su preferida) y que nunca encontrabamos a esas alturas del año para celebrar su cumple.



 En verdad la receta de la tarta es muy sencilla.

  Se trataba de un bizcocho básico que corté en 3 capas. Para que el corte quede presentable venden un utensilio que según parece, se llama "lira corta tartas"


  Se trata de un alambre muy fino que se puede regular a distintas alturas y cortar un bizcocho por donde queramos con un corte muy plano. Aunque con un poco de maña y un buen cuchillo (que sea tan largo como el diámetro de la tarta) también se pueden hacer los cortes bastante bien.

  Entre cada capa de bizcocho puse una buena cantidad de nata montada y fresas fileteadas. Bastante nata montada cubriendo el bizcocho y algunas fresas para adornar. El truco para que la nata quede bien montada empieza en el supermercado, porque en casi todos los supermercados venden dos tipos de nata, la de cocinar y la de montar (con un mínimo de 35% de grasa) y realmente se nota la diferencia. Además la nata tiene que estar muy fría, yo incluso meto el bol donde pienso montarla y las varillas de la batidora en el congelador un buen rato y realmente queda una nata espectacular.

  Para más información, en la página de Webos fritos explican con todo lujo de detalles cómo conseguir una nata montada perfecta.


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