domingo, 13 de marzo de 2011

Gibson Thunderbird para Pablo

  No es ningún secreto que tengo predilección por mi sobrino Pablo, y no creo que sus hermanos o primos se ofendan, porque los quiero a todos una barbaridad. Pero Pablo es el primero (llevaba años pidiendo sobrinos... desde que tenía 5 años que mi madre me dejó muy claro que de hermanitos pequeños nada) y con él he pasado innumerables tardes pintando, paseando y jugando y ahora que cumple 15 añazos quería hacerle una tarta especial.

  Me he pasado más de un mes maquinando e investigando a ver qué tipo de tarta le podía hacer ilusión. Aprovecho para agradecerle a Nacho y Alejandra las ideas ("¡Algo que esté relacionado con el Rock!"), las investigaciones previas ("¡La guitarra que le gusta se llama Gibson Thunderbird!") y el silencio preciso para que fuera sorpresa, claro!

  Pues aquí está la guitarra en cuestión, y (¡Gracias a Dios!) la ha reconocido nada más verla!!! 

  Como la semana ha sido bastante atareadilla, he ido adelantando trabajo desde un par de días antes, pero no he hecho fotos de las recetas que ya he contado. El cuerpo es un Madeira Sponge Cake como el de la Tarta de Rayo McQueen pero de 5 huevos. Para bañarlo he usado almibar simple (sólo azúcar y agua en la misma proporción, hervido 2 minutos). Lo he rellenado de dulce de leche (comprado) y cubierto de ganaché de chocolate (también está en la tarta de Rayo McQueen).


  El mástil de la guitarra es como la Tarta de After Eight (¡la prueba de hace unos días era MUY intencionada!). El día antes hice un Brownie de chocolate delicioso, pero cometí un error terrible: tenía que irme a recoger a la niña del colegio pero aunque ya llevaba 50 minutos en el horno, todavía no estaba del todo cuajado, así que apagué el horno con la esperanza de que se terminara de cocer sin quemarse. 
  Sin embargo, al cortarlo para montar la tarta descubrí con horror que se había quedado demasiado crudo (imposible de manejar). Por un momento (o dos momentos) creí que no tendría solución. Mi Santo (¡más que santo!) en vista de empezaba a ponerme histérica, se llevó a las niñas y me dejó tranquila en la cocina:  Rápidamente a cocer otro bizcocho de chocolate (el MSC Triple Chocolate de Morgana de 3 huevos), esta vez lo hice en un molde del Plum Cake, para que se enfriara antes. 


  Y a montar la tarta. 


Todo preparado


  Con una imagen del cuerpo bien recortadita y fijada con unos palillos, lo recorté del bizcocho blanco. 


  
  Con la lira lo corté en tres láminas que bañé con el almibar. Lo rellené con el dulce de leche. 



  No se si se nota, pero la parte superior no estaba tan plana como debería (por culpa de las jorobas que le salen al bizcocho), así que utilicé un trocito de los recortes para igualar.


  Con el brownie también cortado en tres laminas hice el mástil. Las manchitas son de los trocitos de chocolate.




  También lo bañé con el almibar y relleno de Crema de menta.




  La idea original era sacar el mástil y la parte superior (¿clavijero?) del bizcocho que no se coció. Del nuevo bizcocho alargado no podía sacar el clavijero, así que lo puse con el bizcocho crudo haciendo incanpie en que era SÓLO de adorno.




  Lo cubrí todo con ganaché de chocolate (salvo los laterales del mástil, que van con crema de menta) para que se pegara el fondant. 


  Había leido varias veces que es difícil conseguir el fondant negro, así que lo compré para que quedara bien, es de la marca Regalice y la verdad es que es un gustazo extenderlo sin problemas (no como los que yo había hecho en casa).


  Para el mástil y la parte blanca utilicé fondant casero (de nubes). No es que se portara del todo mal, pero el muy.... se rompió y me quedó un agujerito en el mástil. Si se dieron cuenta, tuvieron la delicadeza de no decirlo.


  Para el resto de detalles y adornos utilicé otras cosas porque todavía no me hago demasiado con el fondant. Por ejemplo, para los botones de la guitarra y el puente utilicé bombones de chocolate que pinté un poco con chocolate plateado para que parecieran metálicos. Es una pintura metalizada para chocolate (¡chulísima!) que encontré en Cooking Cookies.


  Para las clavijas se me ocurrió hacer galletitas pequeñas con un cortador de corazón y un palillo de dientes para poder clavarlas. Por cierto, como quería hacer pocas galletas utilicé un huevo de codorniz y la quinta parte de los ingredientes, y quedaron buenas también.

 El logo que aparece en el fondant blanco lo pinté con un rotulador de tinta comestible. Intenté hacerlo con chocolate fundido, pero es demasiado pequeño y los detalles no quedaban bien.
  Las cuerdas son de chocolate blanco. Y creo que más o menos eso es todo. Lo mejor, sin duda la sorpresa del muchacho al ver la guitarra "¡Es justo la guitarra que yo quería!" No se si conseguirá una, pero desde luego podrá decir que se la ha comido!
  Y para siempre atesoraré su veredicto: "¡Es perfectamente reconocible!" ¡Menos mal!


  Ah! Y el corte:
Parte de After Eight

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por el paso a paso, me va a ser muy útil!! ¿Qué mejor tarta para un rockero? Te ha quedado espectacular.
    Besitos.

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  2. Genial, seguro que le encantó a tu sobrino! Crema de menta?? qué rica tiene que estar! el corte espectacular!
    Un besazo guapa.

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  3. ¡Gracias! Yo creo que si les gustó. La crema de menta es de esas cosas que no tiene término medio, o te encanta (como a mi) o te disgusta. Besos

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  4. Te quedo de lujo! Felicidades a Pablo, por su cumple y por tener a alguien que le haga una tarta con tanto amor.

    Un saludo :)

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Me encantaría seguir aprendiendo con tus ideas y comentarios. Muchas gracias por participar!