martes, 7 de junio de 2011

Tarta Torre de Rapunzel

  ¡Por fin he vuelto! Y no es que haya estado parada, ¡que va! Es que los ratitos que tenía libres (que no han sido muchos) los he invertido en la Tarta de Paula. Este fin de semana celebramos su cumpleaños, de hecho celebramos el cumpleaños de las dos niñas y una prima. En fin, que después de mucho maquinar, pensar, experimentar y trabajar, la Torre de Rapuncel por fin vio la luz.


  Ya he comentado muchas veces que la Tarta Rapunzel de Paqui ha sido una gran inspiración ("¡ESTA ES LA TARTA QUE YO QUIERO!", como para no inspirarme). Después de mucho pensar, decidí hacer la base con la tarta que le gusta a Paula (la de mouse de chocolate). Como inconveniente es que no podía colocar la torre sobre la tarta porque la mouse se hundiría con el peso, pero pensé que sería posible apoyarla sobre la bandeja, haciendo una base lo más estable posible.

  Realmente no hay ninguna receta en esta entrada, porque he repetido recetas ya publicadas, pero os pongo los pasos que he seguido, las dificultades que me he encontrado y algunos trucos que he descubierto o aprendido al hacer la tarta.
  La estructura de la torre la hice con pastillaje filipino (la receta es la de Pan, Dulces y Otras Palabras), como en la Tarta Jarrón pero más grande. Primero hice la parte más grande, dándole la forma de los ladrillos con un texturizador. Hace un día o dos Eva, de Club Cooking Cookies ha publicado un tutorial muy completo sobre texturizadores... me hubiera venido muy bien la semana pasada, porque tuve que hacer un par de intentos antes de que quedara presentable. 

  Después de buscar por toda la casa, lo enrollé en el bote de spray desmoldante (previamente envuelto en flim transparente, para poder separarlo luego) y lo metí dentro de un jarrón con forma de cilindro para que no perdiera la forma, más o menos como en la tarta del jarrón, aunque esta vez no hice foto, lo siento. El piso de la torre (donde vive la Rapunzel) hice más o menos lo mismo, pero esta vez enrollando en la lata de cacao en polvo y metiéndolo en un tazón de desayuno. Para la parte del tejado, utilicé un embudo. También corté un par de círculos para la base de la torre y la unión entre la torre y el piso.


  Cuando se secaron todas las piezas de la torre descubrí que el pastillaje filipino puede lijarse, aunque con mucho cuidado. Si os fijais en la foto superior, se ve que la base del piso quedó con un pequeño escalón, así que se me ocurrió lijarlo, con un rallador que es lo único que tengo, y conseguí igualarlo un poco. Hay que tener cuidado, porque me emocioné y al lijar la torre se me rompió un trocito, pero nada grave.


  Para envejecer un poco la torre, y que no quedara tan nueva nuevisima, había  intentado hacerlo con el propio pastillaje, al teñirlo fui añadiendo el colorante marrón poco a poco, y en el último goterón de tinte lo mezclé un poco menos para que quedara como con vetas. Quedó bastante bien, pero ese fue uno de los intentos fallidos con el texturizador, así que tuve que volver a hacerlo y se perdió el efecto de las vetas. Entonces decidí teñirlo un poco con colorante. Utilicé una esponja (sin usar, que conste) y un par de gotas de colorante marrón y verde. Fui dando toques de color con la esponja poco a poco, manchando la torre.


  Para que la unión con los pisos fuera más estable se me ocurrió utilizar un churrito de masa, de manera que sirviera para igualar un poco el borde irregular y quedara más firme. Seguramente habrá otras formas de hacerlo, pero esta no quedó mal.


Y luego los detalles... Yo empecé con las piezas de madera que supuestamente sujetan el piso de la torre, con una banda de fondat la corté en tiritas para que fueran más o menos iguales y enrollé un poco los extremos.




  Las ventanas son otros trocitos de fondant azul con un marco marrón. Para el marco utilicé el texturizador con efecto de madera que queda muy bien.


  Para las tejas empecé tiñiendo una pelota de fondant. Le separé un trozo y seguí tiñiendo, y luego añadí un poco más de color a un trozo pequeño de masa. De esa manera tenía tres tonos de azul, para ir combinando y que quedara más natural o más viejo. Simplemente extendía trozos de fondant y cortaba un poco a lo loco con un corta pizza, para que quedaran más o menos iguales, pero no demasiado.
 Para que no se secaran mientras pegaba en el tejado, los protegía con un poco de film transparente. Esta idea la vi en un vídeo genial de The Sister's Cakes, un tutorial muy interesante de como hacer flores



 La torre empezaba a tener la forma. Para lo siguiente, me fijé que los benditos dibujantes de Disney adornaron la torre con una preciosa enredadera que me vino muy bien para ocultar la unión del pastillaje. Hice más o menos como con las tejas, con distintos tonos de verde (y trocitos de fondant que me habían sobrado de otras tartas) y varios mini cortadores con forma de hojas. Los fui pegando por toda la unión de la torre intentando simular la enredadera.


 También me fijé que el marco de la ventana estaba cuajadito de flores, y la verdad es que le dan un toque de color muy bonito, así que me puse a hacer hojas y flores pequeñitas. Para las hojas pequeñitas simplemente cogía bolitas muy pequeñas de fondant, le daba un poco de forma de lagrima y las aplastaba un poquito. Con un palillo les marcaba una línea y ya está.

  Y por último Rapunzel. Uf, con la Rapunzel.... No sólo me costó Dios y ayuda dejarla medio mona, es que el .... pelo de la niña me costó media tarde. 


  Se que existe un aparato para hacer pelo, o más bien churritos finos de fondant que se puede usar como pelo, pero yo no lo tengo, así que tuve que ingeniarme alguna manera. Intenté hacer una melena con una tira muuuuy finita de pasta de goma, pero pude dejarla de forma medio natural, así que acabé utilizando la primera idea que había tenido (que en principio descarté por peregrina).
  Estiraba tiras de pasta de goma con un rodillo pequeño y las pasaba por la máquina de hacer espaguetis. Me costó bastante encontrar el punto de grosor para el pelo, porque se rompía con facilidad (con mucha facilidad) y si lo dejaba demasiado grueso no pasaba bien por la máquina.


  Eso sin tener en cuenta que en el primer intento justo cuando había dejado la cabeza de la Rapunzel asomando a su ventana monísima, la muy loca se cayó y no se deformó de milagro. Por eso la mitad de la melena acabó medio pegada a la torre intentando aguantar el invento.



  Y con eso di por terminada la torre. Mucha gente me ha preguntado cuanto he tardado en hacerla, y la verdad es que he estado más de una semana, pero a ratitos muy cortos. Además he tenido que experimentar bastante porque, al fin y al cabo, es la segunda vez que trabajo con pastillaje, y de hecho hice una primera torre que se me rompió por intentar moverla antes de que se secara.
  Por otra parte tenía que trabajar a escondidas, para que Paula no viera la torre antes de tiempo y destrozar la sorpresa, y por eso he pasado más tiempo preparando todas las herramientas, amasando fondant y guardándolo todo rápidamente otra vez, que trabajando propiamente.


  El resto de la tarta apenas me dio trabajo en comparación. La mouse de chocolate se hace muy rápidamente y además es mejor dejarla reposar una noche en la nevera, con lo que resulta muy cómoda. Como no podía cubrirla de fondant, compré un colorante en spray verde que tiñe estupendamente en segundos y me vino muy bien para simular el prado.

Antes de teñirla, que casi se me olvida la foto


  Con un cortapastas del mismo diámetro que la torre, le corté un pedazo a la mouse para que encajara.


  Y con un poquito de crema de mantequilla con merengue suizo (de la otra tarta del cumple y que os enseñaré en cuanto pueda) hice el césped, con la boquilla 233 de Wilton. Me encanta el efecto del césped y con la crema de mantequilla creo que queda mejor que con la glasa (en la Tarta de Tarta de Fresa utilicé glasa y no quedó mal, pero esta vez me pareció que quedaba mejor).


  Unas florecillas por aquí y allá, y terminada.

Me temo que se nos cayó un pelo en la tarta.
  No me gustaría extenderme mucho más (que ya he largado un buen discurso), pero es que he aprendido (o comprobado una vez más) varias cosas al hacer esta tarta y me gustaría compartirlas: 
  • Lo primero que tengo que comentar es que, en efecto, hacer los cien mil detallitos, hojitas y florecitas es TAN entretenido como parece (aunque sarna con gusto, no pica).
  • Un Truco de Eva (Club Cooking Cookies) para hacer pegamento comestible casero, es con una pequeña bolita de fondant y un poco de agua, se disuelve metiéndolo unos segundos en el microondas (ojo, unos segundos porque al ser muy poca cantidad se calienta en seguida, hierve y pone el microondas muy pringoso). Queda un pegamento perfecto. Todos los detalles los he pegado así y han quedado bien (creo que en alguna foto se ve la mezcla en un vasito pequeño de medir).
  •  Para hacer las florecillas he usado un micro cortador, monísimo, pero muy incomodo de usar porque muchas veces se queda con la flor dentro. La única manera (que he encontrado) de sacarla sin romperla es soplando fuerte por el otro extremo. Además quedan mejor si se presiona ligeramente con un palillo redondeado en el centro. Para esto las ponía sobre una esponja (la misma que usé para teñir) y así no se rompían al presionar. He visto en muchas tartas por facebook que si se pone una pequeña bolita en el centro quedan perfectas, pero no tuve tiempo para tanta perfección. 
  •    Un Truco estupendo para darle más realismo a las caras es ponerles colorete, este se lo vi a Pan, Dulces y Otras Palabras. Simplemente hay que usar un poco de colorante en polvo rojo o rosa (rojo en mi caso) y rebajarlo con un poco de maicena, se aplica con cuidado con un pincel y queda muy bien.
  • También he comprobado que el pastillaje filipino se rompe como el cristal. Afortunadamente la caída fue cuando ya estábamos de recogida, y se rompió en mil pedazos. Me dio un poco de penita, aunque en cuanto se soplaron las velas uno de los niños arrancó la cabeza de Rapunzel para comersela de un bocado y claro, ya no era lo mismo.
  • Y he corroborado que necesito apuntarme a un curso de modelado. Por muy bien que se me diera la plastilina en mi infancia, esto no lo es lo mismo y seguro que hay muchos trucos que necesito que me cuenten.
¡Encantada de estar de vuelta!

9 comentarios:

  1. Pero qué preciosidad!!!!! Y qué trabajazo!!! Te ha quedado francamente espectacular.

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  2. Sin duda todo el trabajo ha merecido la pena, te ha quedado preciosa!

    Besitooos

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  3. ¡Gracias! Si que mereció la pena, además disfruté mucho haciéndola.
    Besos

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  4. Haces obras de arte, eso si dan mucho trabajo pero son divinas, enhorabuena

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  5. Qué monada de torre, con todos los detalles Rapunzel, con esa melena.
    Te ha quedado genial.
    Un beso.

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  6. ¡Muchas gracias a todas! Me alegro mucho de que te guste, Irmina, admiro muchísimo tu trabajo!

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  7. Es una preciosidad!
    Vaya artistaza.

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  8. Hola, acabo de entrar en tu blog y menudo trabajo el de la torre, la verdad es que te ha quedado preciosa!!!

    Un beso!
    http://enminubedeazucar.blogspot.com

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  9. extaordinario trabajo y agradescoiooo tu consejos un beso

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Me encantaría seguir aprendiendo con tus ideas y comentarios. Muchas gracias por participar!